Por las Lineas de Nazca y el Cañon del Colca

A nuestra llegada a Nasca, ya anocheciendo, un señor muy simpático que nos ofrecía alojamiento nos acompaño hasta nuestro hostel, un sitio apartado del centro y oscuro.

Menos mal que ese no era, menuda gracia!

Ya en el hostel "bueno" nos informaron de como ir a ver las Lineas, se ven mejor al amanecer, otro madrugón! además por preguntar fuimos a una agencia y nos ofrecieron el vuelo mas barato, al final el hostel nos lo dejo igual.

A las 8h00 estábamos montando en una avioneta con 2 venezolanos, despegamos y a los 3 minutos ya estábamos viendo las famosas Lineas, son impresionantes, rectas y curvas formando figuras de cientos de metros, aun no se aclaran de porque se hicieron. Mar lo paso mal pues se mareo, yo con esos giros tan bruscos me lo pase como si estuviese en una atracción.

Después de que Mar se recupero un poco, fuimos a sacar los billetes para el día siguiente a Arequipa, sorpresa!! Por lo que nos dijeron al día siguiente comenzaba una huelga de mineros y cortarían las carreteras que llegan a Arequipa. A todo meter y como pudimos encontramos un bus que salia pronto para evitar los piquetes.

Arequipa o la ciudad blanca, llamada así por la piedra que han utilizado para hacer sus edificios, otra explicación es porque estaba habitada por una mayoría de blancos. Tiene un volcán muy cerquita, El Misti (el señor), a 17 Km, pero de momento su actividad es mínima desde 1600 mas o menos.


El primer día no dio para mucho lo pasamos buscando hostel, encontramos uno muy mono, pero al volver con las mochilas estaba cerrado a cal y canto, así que continuamos con la búsqueda.

Ese día también aprovechamos para visitar el convento de Santa Catalina, una ciudad de monjas de clausura dentro de la ciudad.

Ya establecidos nos preparamos para una excursión por el Cañon del Colca, uno de los mas profundos del mundo, fuimos por carreteras que estan a 4000 y pico metros hasta llegar a Chivay, un pueblecito muy andino que da paso al cañón, allí es donde se ve a la gente mas autentica, mujeres con atillos a la espalda y bombines, vamos como en las fotos típicas.

Eso si, no hay muchas comodidades, ni agua caliente en los hostales, pero bueno nos llevaron a unas termas que tenían el agua a casi 40 grados, después a una peña a ver los bailes típicos, yo tuve la oportunidad de participar en uno y casi muero por el esfuerzo en la altura.

Al día siguiente otro madrugón para llegar a la Cruz del Cóndor a las 8 de la mañana, desde ese mirador natural pudimos ver a estas impresionantes aves, casi 3 metros de envergadura y 1,5 metros de altura, allí fue donde me dio el mal de altura, quería morir, parecía como si la cabeza me fuese a estallar y tenia el estomago revuelto, hasta que no volvimos a Arequipa no me recupere.